Golden State Warriors perdió su tercer partido de la temporada, y lo hizo en la prórroga ante los Clippers, en unos minutos finales ‘calientes’ en el banquillo del los campeones, con intercambio de reproches entre Draymond Green y Kevin Durant
Con empate a 106 puntos, los Clippers fallaron el tiro de la victoria a cuatro segundos del final, y el rebote, cayó a manos de Draymond Green. El ala-pívot no se lo pensó y subió el balón a toda prisa, con Durant a su lado.
Pero en lugar de dársela a la estrella para que buscara la acción final, se lió con el balón para acabar perdiéndolo y el partido se fue a la prórroga, con un Durant que echaba humo por las orejas por la acción de su compañero.
Reproches en voz alta
Tras sentarse en el banquillo, para escuchar las indicaciones del entrenador, ambos intercambiaron reproches por esa acción final, en la que Durant se queja primero al técnico y luego no se corta y le suelta dos frases a Green, que le responde sin tapujos.
Sus compañeros intentaron mediar para que la disputa no fuera a más y se centraran en la prórroga del partido. Ninguno de los dos jugadores atendió a la prensa tras el partido.
Tras ese intercambio de palabras ‘calentito’ entre ambos, los Warriors acabaron perdiendo 121-116, a pesar de los 33 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias de Durant, que tuvo que hacer la mayor parte del trabajo ofensivo ante la ausencia de Stephen Curry, lesionado.
“Estas cosas suceden a veces”, dijo Shaun Livingston después del partido. “Es el espíritu del equipo que nunca se entrega, y en esa acción, se demuestra la implicación de todos por ganar”, justificó el compañero de ambos.
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El partido se le escapó de las manos a los Warriors después que Durant, que había tenido problemas de faltas todo el partido, acabó recibiendo la sexta y última, en una decisión muy cuestionable del árbitro y que hizo daño al equipo.