Los Miami Heat lograron su venganza de las pasadas Finales de la NBA al derrotar a unos Los Angeles Lakers (94-96) en los que Alex Caruso falló un tiro sobre la bocina para haber mandado el partido a la prórroga.
Los Heat habían controlado el encuentro prácticamente en todo momento con un aplomo de elogio, pero cuando quedaban 8 segundos perdieron la posesión y le regalaron a los Lakers la oportunidad de una remontada soñada a última hora.
Sin la posibilidad de un nuevo tiempo muerto, James lanzó el ataque de los suyos y el balón acabó en Caruso, que se perfiló para el tiro de tres (la repetición mostró que pisaba la línea del triple) pero que al final se quedó sin premio.
La mala suerte de Caruso sirvió de resumen de la escasa fortuna de los Lakers, que no contaron con Anthony Davis (por lesión) y con Dennis Schroder (por protocolo de coronavirus) y que no supieron resolver los instantes clave en los que pudieron cambiar el signo del duelo.
LeBron James no estuvo muy inspirado de cara al aro (19 puntos con 7 de 21 en tiros, 9 rebotes y 9 asistencias), pero Kyle Kuzma (23 puntos) y Montrezl Harrell (18 puntos) dieron el paso al frente que se espera de ellos para cubrir la ausencia de Davis.
Marc Gasol sumó 6 puntos (2 de 6 en tiros), 5 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones frente a una pérdida en 24 minutos.
Por parte de los Heat, que perdieron el anillo de la NBA en la "burbuja" de la pasada temporada ante los Lakers, un fantástico Kendrick Nunn fue la principal referencia ofensiva con 27 puntos (10 de 14 en tiros), 5 rebotes y 3 asistencias.
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También destacaron Jimmy Butler (24 puntos pero con 8 de 20 en tiros) y Bam Adebayo (16 puntos).