El dueño de los Sixers de Filadelfia (NBA) y de los Devils de Nueva Jersey (NHL), Josh Harris, cambió un plan que había anunciado el lunes de cara a reducir el 20 por ciento en los salarios de los empleados a partir del 1 de abril, y lo calificó de error.
Después de dar a conocer la noticia, los aficionados y la sociedad reaccionaron, por lo que Harris se vio obligado a modificar sus planes. Inicialmente dijo que iba a pedir voluntariamente a los empleados que ganen más de 50.000 dólares al año, poder aplicar las reducciones salariales.
También había tomado la decisión basándose en las pérdidas financieras actuales y proyectadas de los cierres deportivos profesionales que afectaron a los Sixers y Devils a raíz de la pandemia del coronavirus.
Harris había enmarcado el recorte salarial como una forma de evitar despidos y mantener los beneficios completos para los 1.500 empleados de la compañía. Comentó en un comunicado que "nuestro compromiso ha sido hacer todo lo posible para mantener a todos nuestros empleados trabajando en esta situación tan difícil".
Añadió que "después de escuchar a nuestro personal y jugadores, está claro que fue una decisión equivocada. Lo hemos revertido y les pagaremos a estos empleados sus salarios completos".
Puntualizó que "este es un momento extraordinario en el mundo y las decisiones comerciales ordinarias no son suficientes para cumplir con el momento. A nuestro personal y aficionados, pido disculpas por haberlo entendido mal".
Los Sixers no podían exigir a los trabajadores contratados que aceptaran el recorte salarial, y les habían dado una fecha límite el jueves para ser voluntarios, dijeron las fuentes.
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De acuerdo con varias fuentes "los miembros de la oficina principal de los Sixers y el personal de entrenamiento estaban enfadados con la directiva y no estaban dispuestos a aceptar la reducción". Varios ejecutivos de Sixers y Devils aceptaron las reducciones salariales del 20 por ciento.