“Sentía un poco de morriña por el baloncesto”, afirmaba Darko Milicic que ha decidido poner fin a su retirada del basket profesional para seguir jugando en Serbia y más concretamente en el Metalac Farmakom. “Estoy aquí para hacerles crecer a todos hasta un nivel más alto. El presidente tiene grandes ambiciones para el club y estoy preparado para formar parte de esos logros”, dijo el pívot de 2,13 y 29 años, en su presentación.
Por su parte, Djukanovic, máximo dirigente del club, confirma que su intención es dar un paso al frente con la llegada del pívot. Y sueña con que pueda atraer a otros para el proyecto del equipo de Valjevo: “Queremos formar un equipo fuerte. Nuestros deseos son Pavlovic, Bircevic y Sobin. El problema es de dinero, aunque para Milicic no fue ninguna prioridad”.
La última experiencia del balcánico, tras pasar por Minnesota, fue en Boston. A los Celtics llegó diciendo que estaba dispuesto a matar si era necesario: "Estoy harto de demostrar que fui el número 2 del draft y toda esa mierda. Haré lo que haga falta, si tengo que matar a alguien en la cancha, mataré a alguien en la cancha", dijo
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Pese a la declaración de intenciones, el jugador duró muy poco y en noviembre fue cortado, a petición propia y por un asunto personal, por la enfermedad de su madre. Fue su última experiencia en el baloncesto antes de saltar a los medios nuevamente por su debut en el kickboxing con poca fortuna. Ahora decide regresar al deporte que le dio la fama y el dinero, aunque no sabemos por cuánto tiempo.