Stephen Curry no quiere marcharse. No todavía. El base de los Warriors lideró la victoria de su equipo con 31 puntos ante los Thunder (120-111) y encendió los ánimos de la grada para seguir creyendo en la remontada de una serie en la que Oklahoma todavía domina 2-3.
"¡No nos vamos a casa!", gritaba a un público enloquecido tras anotar una de las canastas decisivas del encuentro tras robarle la bola a Durant.
Curry volvió a dejar muestras de su calidad para reactivar a unos Warriors que ahora deberán ganar en el próximo partido en Oklahoma para forzar el séptimo y decisivo encuentro de la final en el Oeste. El base de los Warriors vivió otro épico duelo ante Durant y Westbrook anotando canastones de todos los colores.
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