Michael Phelps se ha resarcido con creces de su ausencia en los Mundiales de natación de Kazán. El nadador estadounidense fue sancionado por la federación de su país, tras haber reincidido en los malos hábitos y ser detenido por segunda vez conduciendo en estado de embriaguez, con no poder acudir al Mundial.
Sin embargo Phelps sí ha estado en los Campeonatos de Estados Unidos, celebrados en San Antonio, que han visto la mejor versión del 'Tiburón de Baltimore': tres marcas mundiales del año (100 y 200 mariposa y 200 estilos), con unos registros que le habrían dado el oro en esas pruebas en Kazán. Un serio aviso a un año vista de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
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"Estoy muy contento de dónde estoy ahora. Es una buena base, hacía tiempo que no estaba así un año antes de unos Juegos Olímpicos. No estaba así antes de Londres 2012... diría que habría que remontarse a 2007 para sentirme igual", afirmó, muy orgulloso, Phelps tras su victoria en 200 estilos. Con un tiempo de 1:54.75, nadó más de un segundo más rápido que su compatriota Ryan Lochte en la prueba en Kazán y se quedó a 75 centésimas del récord del mundo.