Clara Basiana se ha pasado 8 de sus 25 años en el equipo de sincronizada. La estadística de Paula Klamburg es algo mejor: 10 de 26 años. Toda una vida de sacrificio, sufrimiento y máximo estrés para intentar alcanzar las metas que les marcaban. Tenían claro que esta era la última temporada, que lo dejaban. La ausencia del equipo español de los Juegos Olímpicos de Río precipitó su retirada. “Cuando se esfuma el objetivo, desaparece la motivación”, argumentaba Paula. Sin malos rollos, ambas convirtieron su despedida en una fiesta.
Basiana explicó que ”queríamos despedirnos con todas y que el acto fuera una fiesta porque para nosotras a partir de ahora comienza una nueva etapa”. Ambas nadadoras convocaron a la ‘jet set’ de la sincronizada española cuando todavía se advierten las cicatrices por la eliminación de los Juegos. Arroparon la despedida Esther Jaumà y Anna Vives, las responsables del equipo. También Ona Carbonell y el resto de integrantes. Andrea Fuentes y Marga Crespi se dejaron ver. Y la exseleccionadora y actual responsable del equipo de Ucrania, Anna Tarrés, junto a Beth Fernández.
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A última hora llegó Gemma Mengual, cuando Klamburg ya había reconocido que le costó mucho volver en la pretemporada “pero entonces teníamos un objetivo. Cuando los Juegos Olímpicos se esfumaron, la motivación también desapareció”. Clara Basiana afirmó que "después de tantos años, meses, días y horas de trabajo, ahora nos sentimos vacías"