Entrevista en La 1

Sánchez: "Han sido cinco días muy gratificantes. La ciudadanía también los necesitaba"

El presidente ofrece detalles sobre las largas jornadas en las que sopesó dimitir, pero evita concretar iniciativas para avanzar en la prometida "regeneración democrática"

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Sara Fernández

“Han sido cinco días muy gratificantes”, ha señalado Pedro Sánchez en La 1. En su primera entrevista después de que el miércoles transmitiera en una carta abierta que suspendía su agenda para reflexionar en la intimidad sobre si “merece la pena” continuar en el puesto tras el “acoso” a su mujer, y de que este lunes anunciara que no tira la toalla porque quiere “trabajar sin descanso por la regeneración democrática”, el presidente del Gobierno ha ofrecido detalles sobre estas largas jornadas en las que ha mantenido a España en vilo, pendiente de si habría o no elecciones, o nueva investidura, o una cuestión de confianza, o de si Sánchez, en contra de lo que se temían en el Ejecutivo y en el PSOE, iba a continuar sin más. 

El líder socialista redactó la carta sin consultarlo con sus colaboradores más cercanos. Tampoco se la dio a leer a su esposa, Begoña Gómez, sobre la que un juez ha admitido a trámite una denuncia por presunto tráfico de influencias presentada por la organización ultra Manos Limpias, que el Gobierno considera carente de cualquier fundamento. Pero nada más conocerla, ha explicado el líder socialista, Gómez le transmitió que debía seguir al frente del Gobierno. 

“Mi mujer, después de publicarla, fue la primera que me dijo que no dimitiera. Pero tenía que hacer esa reflexión íntima. Necesitaba parar y saber si esto merecía la pena. Indirectamente, también estaba buscando la respuesta de la ciudadanía. Si de verdad compartían conmigo la necesidad de revertir esta deriva de fango”, ha explicado Sánchez, en referencia al crispado clima político actual, que se ha traducido en los últimos tiempos en ataques a las sedes del PSOE, “bulos” de “pseudomedios de comunicación”, insultos por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y denuncias como la de Manos Limpias.  

La conclusión tras este periodo en el que ha estado enclaustrado, sin comunicarse apenas con sus colaboradores, es que los ciudadanos estaban con él, ha dicho Sánchez. “Han sido cinco días muy gratificantes. He logrado recibir muchos mensajes de solidaridad. Ha habido una movilización que se ha producido como consecuencia de la carta y muchos ciudadanos han decidido decir basta ante la maquinaria del fango. Han sido cinco días que no olvidaré”, ha continuado el jefe del Ejecutivo, para quien estas jornadas sin precedentes también han sido buenas para la sociedad en su conjunto. “Estos cinco días no solo los necesitaba yo. También los necesitaba la propia ciudadanía”, ha asegurado. 

Los casos de Iglesias, Colau y Oltra

Sánchez no ha querido confirmar si hubo momentos en los que tuvo claro que renunciaba. Pero sí ha explicado que el momento en el que decidió continuar fue en la “madrugada” del sábado al domingo, tras el comité federal de su partido, con dirigentes dentro de la sede y simpatizantes en la calle gritando “¡Pedro, quédate!”. Ese fue el “momento clave”, ha dicho Sánchez, cuya única autocrítica ha consistido en no haber actuado antes frente a los bulos en los medios y el llamado ‘lawfare’. “No he visto la envergadura del desafío que teníamos por delante, cómo el fango ha ido colonizando todas las esferas del debate público”, ha reconocido, citando los casos del exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias; la exvicepresidenta de la Comunitat Valenciana, Mónica Oltra, y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. 

Según lo anunciado este lunes desde la Moncloa, en una comparecencia sin preguntas ni periodistas, todo lo ocurrido supone “un punto y aparte” y ahora él se compromete a “trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y libertades”. Sin embargo, horas después, en la entrevista, no ha concretado ninguna medida dentro de este plan.

“Se podría cumplir con la Constitución, abandonar el insulto en las Cortes Generales y desde el punto de vista de los medios de comunicación sería buena una reflexión sobre la desinformación”, se ha limitado a explicar. La mención a la Carta Magna alude a la falta de renovación en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyos miembros llevan más de cinco años con el mandato caducado ante el bloqueo del PP, que se niega a pactar los nombramientos de un organismo cuya mayoría es conservadora. Sánchez, como en otras ocasiones, ha amagado con la idea de rebajar las mayorías necesarias para los nombramientos, de forma que el concurso del PP ya no sea necesario. “Este secuestro del PP al CGPJ está limitando la credibilidad del Poder Judicial. Si ese bloqueo continúa, mi responsabilidad es tratar de buscar una solución”, ha dicho. 

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En cualquier caso, se ha comprometido a trasmitir sus futuras iniciativas en el campo de la regeneración a Alberto Núñez Feijóo, que le acusa de buscar un “cambio de régimen”, y al resto de líderes de la oposición. Pero el presidente del Gobierno no cree que la actitud de Feijóo, ni la de otros representantes de lo que él denomina “la máquina del fango”, vaya a cambiar. “Soy consciente de que este acoso se va a redoblar. No van a parar”, ha concluido.  

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