Paliza
Jacinto Lobo, el alcalde apaleado del PSOE de Matarrubias: “Tengo miedo, esa gente tiene escopetas”
El primer edil socialista denuncia que fue atacado a traición y que quedó inconsciente
Venció los comicios municipales por un solo voto y denuncia amenazas desde entonces
Jacinto Lobo y Lidia Antón, alcalde y teniente alcalde respectivamente de Matarrubia. / Cedida
David López Frías
Todo se lió en cuestión de segundos. Jacinto Lobo, alcalde socialista de Matarrubia (Guadalajara), venía de dejarle unas sillas a un vecino para que celebrase un cumpleaños. Esas cosas pasan en pueblos pequeños como este, que no llega a los 70 habitantes. Que pides unas sillas al Ayuntamiento y te las trae el alcalde en persona. En el camino de vuelta, en plena calle Mayor, vio a un vecino que tenía "unos requerimientos en el Ayuntamiento, de Hacienda y la Seguridad Social". Lobo se dirigió a él para comunicárselo y ahí empezó la tangana.
"Me dijo que vale. Sin más", le cuenta ahora el alcalde a El Periódico de España, del mismo grupo editorial. "Yo iba solo. Fue al darme la vuelta cuando escuché "eh, espera", y ahí recibí el primer golpe por la espalda", añade. Jacinto asegura que rodó por el suelo después de esta primer agresión, y que otras dos personas "se me abalanzaron. Uno de ellos me pegó otro golpe en el mentón y quedé inconsciente", resume.
No es fácil derribar a Jacinto Lobo. El primer edil de Matarrubia mide 1,90, pesa 130 kilos y practica defensa personal desde hace varios años. "Pero me agredieron entre varios y a traición. Estando en el suelo recibí una patada en la espalda. De repente, al conseguir abrir los ojos, vi que una persona me tendía una mano para que saliese de ahí. Me aferré a ella y así conseguí escapar del tumulto. Que si no, me linchan", asegura.
Por un voto
Terrible racha la que lleva la provincia de Guadalajara durante el mes de abril. Sus pueblos, que no suelen aparecer en las noticias nacionales, llevan varias semanas protagonizando violentos sucesos. El primero fue un triple crimen en Chiloeches. El último, una paliza al alcalde socialista de un pueblo que llevaba hasta las pasadas elecciones 20 años gobernado por el PP. Ahí, según el agredido, está la clave de este turbio episodio que ha acabado con denuncias cruzadas en la Guardia Civil.
Matarrubia tiene un censo de 59 personas. En las elecciones se eligen tres concejales. Gobierna el partido que saca dos. Históricamente ha ganado el PP. Pero en las últimas elecciones municipales, el candidato popular (Juan Pablo Carpintero) empató a votos con Jacinto Lobo, su homólogo socialista. Una última papeleta desempató y dio el segundo concejal (Lidia Antón) al PSOE. Un resultado inédito que cambiaba una dinámica histórica.
"Fue ahí cuando empezaron con el acoso y derribo. A faltarnos el respeto. A amenazarnos. A gritarnos por las calles y a insultarnos. A mí me han dicho que soy un burro y un sinvergüenza. Eso durante el mismo pleno municipal. Y todo viene del entorno del antiguo alcalde. Los que nos insultan y faltan el respeto son gente de su círculo".
Lobo admite además que desde la actual oposición "no hicieron ningún tipo de transición cuando ganamos. No nos entregaron los documentos ni nos facilitaron la entrada. Nos tiraron las llaves, literalmente. Y yo he tenido que poner una alarma en el Ayuntamiento, porque este señor [el exalcalde] se metió sin permiso en la Secretaría y le dijo al secretario que él allí hacía lo que le daba la gana".
Otra agresión
"Encima tengo que aguantar que digan que he sido yo el que he agredido a una mujer de 70 años. En qué cabeza cabe que el alcalde agreda a una mujer de 70 años", se queja Jacinto, que cuenta que, tras ser agredido, avisó a la Guardia Civil. Eso dio pie a una denuncia que acabó en un juicio rápido en los juzgados de Guadalajara, donde "la gente del pueblo se presentó allí, como el que organiza una excursión".
No es, según el alcalde, la primera agresión que sufren los socialistas. "Lidia, la teniente alcalde, tuvo un problema similar hace un mes. Fue el propio exalcalde, que entró al Ayuntamiento con su madre. Lidia fue detrás de él para ver por qué se metía en la secretaría sin permiso. Él le cerró la puerta en las narices, pero antes le pegó una patada", asegura.
La gente del pueblo se presentó en los juzgados de Guadalajara, como el que organiza una excursión
"Yo tengo el labio roto, un golpe en la cabeza, laceraciones en el brazo y diversas contusiones por todo el cuerpo. Esto es muy duro. Estamos todos con un ataque de ansiedad. Es muy duro sobre todo para nuestras familias. Que yo estoy casado y tengo hijos. Yo, no te voy a engañar, estoy cagado de miedo. Tengo miedo porque esa gente tiene escopetas", avisa.
"Es gente a la que me cruzo todos los días por el pueblo. Y cuando beben... no sé qué podrá pasar. Lo que te puedo decir es que, cuando salí de la tangana, yo sólo escuchaba "vamos a matarlo" entre los que me agredieron", prosigue Lobo, que no lleva ni 11 meses como alcalde y ya ha tenido que interponer denuncias. "Lo único que queremos es realizar nuestro trabajo tranquilamente con respeto y tener una oposición constructiva, que nos dejen trabajar por y para los vecinos", concluye.
Fuentes vecinales apuntan a que el descontento con el alcalde viene principalmente a que su antecesor no cobraba y él se ha puesto un sueldo de 6.000 euros y su teniente alcalde de 12.000. Lobo lo considera insignificante: "¿A qué viene todo esto? ¿Es por el dinero? Porque yo no vivo de esto. Vivo de ser repartidor, que es mi trabajo. Lo que pasa es que me he puesto un sueldo de 274 euros al mes, porque cuando entramos nos encontramos un ayuntamiento colapsado. Pero tenemos un presupuesto de 300.000 euros y un remanente en caja de 400.000. No puede ser por el dinero", valora el socialista.
"Yo no estaba"
Por su parte, el aludido, el exalcalde popular, Juan Pablo Carpintero, dio una rueda de prensa para dejar claro que "yo ni estaba en el pueblo cuando eso ocurrió", apuntando además que "lo que no ha contado el alcalde socialista es que él también fue denunciado por lo ocurrido ese día, en concreto por dos hombres y una mujer de 65 años".
Carpintero no dudó en condenar, "sin rodeos, cualquier tipo de agresión que ocurra en mi pueblo o fuera de él. La violencia, en ninguna de sus formas o manifestaciones, por supuesto que no cabe en una democracia como la nuestra", pero también quiso quedarse al margen del episodio y advirtió: "No voy a permitir que se siembren dudas sobre mi persona relacionándome con este suceso, ni que el máximo responsable del Ayuntamiento salga públicamente a denunciar una agresión con vecinos y mezcle esto con la política que está realizando el Partido Popular en la oposición en Matarrubia".
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