Italia perdona a Suiza y se jugará el billete directo en la última jornada

Jorginho mandó a las nubes un penalti que habría desencallado el empate 1-1 definitivo

Transalpinos y helvéticos llegan igualados al último partido de la fase de clasificación

Federico Chiesa trata de superar a Manuel Akanji durante el partido Italia-Suiza / Federico Chiesa trata de superar a Manuel Akanji durante el partido Italia-Suiza

X. Serrano

Italia desperdició la oportunidad de asegurarse la clasificación para el Mundial de Catar 2022. Jorginho falló en el minuto 89' un penalti que habría decantado el duelo ante Suiza (1-1), segundo clasificado y con los mismos puntos que la 'Azzurra'. Todo se decidirá en la última jornada, en la que los de Mancini visitan Belfast y el cuadro helvético recibe a Bulgaria. Si ambos logran la victoria, Suiza solo podrá asaltar el liderato ganando por tres goles más que Italia.

La 'Azzurra' entró de la peor manera posible al partido. Con demasiado espacio entre líneas, sin igualar el nivel de intensidad propuesto por Suiza. El cuadro helvético explotó la languidez transalpina en explosivas transiciones, con Okafor imponiéndose a Acerbi a campo abierto. En una de estas llegó el 0-1. El delantero ganó la carrera, contemporizó en el borde del área y cedió hacia atrás para el zapatazo de Widmer, que dobló el guante de Donnarumma y por poco no descosió la red.

Okafor, un dolor de muelas para Bonucci y Acerbi en el tramo inicial, pudo marcar el segundo en un tiro desde la frontal al que le faltó algo de comba. Mientras, Mancini pedía calma desde la banda. Sus pupilos eran dominados por la ansiedad. Pero en su primera asociación con tino, Barella estuvo a punto de marcar. Lo impidió Sommer con una gran parada. El susto hizo retroceder a Suiza, de nuevo salvada por su portero de un disparo de Chiesa.

El mayor protagonismo de Shaqiri, capaz de tranquilizar y dar continuidad al juego, pareció decantar el partido otra vez hacia el bando helvético. Tuvo que aparecer Donnarumma para salvar un testarazo de Schär a centro del jugador del Lyon.

En estas andaba el partido cuando Italia empató en una acción de estudiada pillería. En una falta lateral, Emerson amagó con centrar y medio equipo pareció ir al remate. Y ante el desconcierto helvético, Insigne colgó un balón que Di Lorenzo remató a gol entrando desde atrás ante la mala salida de Sommer.

El partido regresó del descanso con un ritmo pastoso y sin un dominador claro. Mancini tardó 13 minutos en agitar la coctelera: Berardi y Tonali por Belotti y Locatelli, lo que de paso resituaba a Chiesa como falso '9'. La imaginación de Berardi y el poderío de Tonali revitalizaron a la 'Azzurra', mientras que Suiza sufría para aguantar con lo puesto. Sin recambios de garantías, muy mermada por las bajas de Embolo o Seferovic.

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En el tramo final, Italia redujo el encuentro a un frontón. Y Yakin renunció a Shaqiri y Okafor para plantar un autobús de dos pisos delante de Sommer, que volvió a enfundarse el traje de salvador en un tiro de Insigne. Pero la 'Azzurra' perseveró. Chiesa definió por encima del arco una acción manifiesta y, en el ocaso del encuentro, llegó la acción clave del partido. Tras consultar al VAR, Taylor sancionó como penalti un empujón sobre Berardi y Jorginho, el especialista, disparó a las nubes. El Olímpico se quedó helado. Italia se jugará el billete en Belfast. Y el recuerdo de 2018 es aún reciente.

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