El Madalosso tiene una capacidad para 4.960 comensales con 650 camareros trabajando a un ritmo frenético, a veces mareante, sirviendo platos.
Se encuentra en el barrio de Santa Felicidade, un centro neurálgico de la inmigración italiana, que creó sus propios restaurantes adecuándolos al estilo brasileño. ¿Qué significa? Servir su comida al estilo ‘Rodizio’. Los camareros van ofreciendo distintos tipos de pasta sin tiempo prácticamente para respirar y lo rematan con un surtido completo de carnes. Todo ello sin límite de cantidad. Ideal para estómagos de acero. Un zumo o una cerveza completan el menú.
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La puesta en escena se redondea en un local repleto y con un ‘look’ exterior propio de un casino de Las Vegas. Muy entretenido y curioso. Si algún aficionado de La Roja acude a Curitiba al último partido del grupo ante Australia, no se lo puede perder por su excepcionalidad, aunque sí buscan comer más tranquilamente y sin estrés, bajen andando unos metros porque restaurantes no les faltarán. Y su digestión seguramente se lo agradecerá.