Antonio Mateu Lahoz (Valencia, 1977) afrontará en Qatar su segundo Mundial como un hecho "indescriptible que no se puede ni soñar", un hito al alcance de muy pocos árbitros a lo largo de la historia.
Nacido en el pequeño municipio valenciano, Algimia de Alfara, el colegiado internacional presume de raíces y de cómo afronta esta nueva oportunidad.
"El fútbol me ha ayudado mucho a conocer mundo, personas y experiencias inolvidables. Por ello vivo cada partido como una experiencia única, con plenitud", explica rodeado de naranjos, su hábitat natural en declaraciones a la RFEF.
Con más de 15 años de experiencia en el fútbol profesional, tiene muy claro cómo es la profesión a la que ha dedicado su vida. "Los árbitros de fútbol no podemos tener malos días… a mí me toca liderar un equipo y hacerlo en plenitud de condiciones. Los árbitros no tenemos pasado, ni futuro, solo presente que es el próximo nombramiento". Y sentencia: "El móvil de un árbitro, cuando hay un error, tiene muchos menos wasaps".
Respecto al Mundial de Qatar, tras su experiencia en Rusia hace cuatro años, Mateu Lahoz llega dispuesto a aprovechar al máximo la gran cita del fútbol mundial.
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"Es indescriptible y algo que no puedes ni soñar... es una nueva oportunidad para disfrutarla sabiendo la responsabilidad que tenemos, que representamos a un país. La experiencia va a ser un grado, ya nos hemos vacunado. Me voy a Doha con toda la ilusión del mundo".