Italia cumplió los pronósticos y goleó (5-0) a la débil Liechtenstein en un partido de absoluto control azzurro en el que el marcador fue ampliándose a medida que el modesto rival iba acusando el esfuerzo físico.
Fue una goleada repartida, con goles de Insigne, Belotti, Eder, Bernardeschi y Gabbiadini, los tres últimos saliendo desde el banquillo. Los cambios introducidos por el seleccionador italiano Giampiero Ventura surtieron por tanto efecto, aunque Liechtenstein fue perdiendo consistencia defensiva a medida que pasaban los minutos.
En los dos primeros minutos quedó claro el panorama del partido. Liechtenstein sacó de centro y tardó dos segundos en perder el balón y el primer ataque de Italia acabó en gol, mal anulado por fuera de juego inexistente de Candreva.
El monólogo italiano ante el entusiasta equipo de Rene Pauristch tardó en traducirse en el marcador. Insigne abrió la lata en el minuto 34 y con el 1-0 se llegó al descanso.
El segundo tiempo evidenció la abismal diferencia entre ambas selecciones y confirmó el absurdo formato de estas infumables fases de clasificación.
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Cuando Liechtenstein acusó el desgaste de correr tras el balón sin apenas olerlo, Italia no tuvo problemas para ir ampliando el marcador hasta la esperada goleada final.