Gonzalo Higuaín, delantero de la selección argentina, afirmó este lunes que se les "paró el corazón" cuando el remate de cabeza del suizo Blerim Dzemaili se estrelló en el poste derecho de la portería "albiceleste" en el último minuto del encuentro y que podría haber llevado el partido a la tanda de penaltis.
Admitió que el equipo estuvo "al borde del infarto" cuando el equipo helvético estuvo muy cerca de empatar el marcador en el minuto 120.
A pesar de imponerse a Suiza en el partido de octavos de final en los últimos minutos de prórroga, el jugador del Nápoles afirmó que Argentina demostró ser la selección que merecía pasar a cuartos.
"Fuimos la selección que demostramos que queríamos pasar", comentó tras el encuentro.
Para Higuaín, el Mundial de Brasil ha puesto de manifiesto que "todos los partidos son complicados" y no "hay ninguno fácil", y acusó a las "horas y la temperatura" como culpables del desgaste de algunos jugadores.
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"Tenemos tres días para descansar y hay que seguir dándolo todo", dijo.