‘O maior do mundo’ como fue conocido durante décadas por los aficionados cariocas, albergó la final del Mundial 50, donde Uruguay superó a los anfitriones y protagonizó el célebre ‘Maracanazo’.
Fue una derrota llorada durante años que estigmatizó a los brasileños. Sin embargo, en lugar de ser un lugar maldito, Maracaná acabó convirtiéndose en un símbolo del 'futebol arte', técnico, vistoso y ofensivo, gracias a las actuaciones, durante décadas, de magos del balón de la talla de Garrincha, Didí, Nilton Santos, Zagalo, Pelé, Rivellino, Zico, Romario...
El Viejo Maracaná perdió sus prestaciones. Y se levantó uno de nuevo para este Mundial, que le robó una de sus signos de identidad: la inmensidad de sus gradas. El estadio que ya reunió más de 200.000 'torcedores' ha visto reducido drásticamente su aforo. Solo 78.639 espectadores tendrán el privilegio de presenciar un partido final que promete entrar para la historia.
MARACANÁ
Ciudad: Río de Janeiro (RJ)
Aforo: 78.639 espectadores
Inauguración: 16 junio de 1950
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Coste de la reforma: 410 millones de euros