Argentina parecía muerta pero la victoria de Nigeria frente a Islandia lo cambia todo. Lo que era un auténtico polvorín ha dejado de serlo, pues la 'albiceleste' ha aparcado las discrepancias internas para intentar alcanzar los octavos de final del Mundial, objetivo que pasa por vencer al equipo africano en la última jornada de la fase de grupos y esperar que Islandia no haga lo propio ante Croacia -si así fuera, Argentina necesitaría que su victoria fuera por, al menos, un gol más que la de Islandia-.
Este viernes el combinado 'albiceleste' se reunió una vez terminado el Nigeria-Islandia para tratar de poner orden al caos que viene rodeando a la selección en los últimos días: discrepancias jugadores-técnico, cruces de declaraciones...
Fue una charla constructiva. Nada de reproches. No es el momento de arreglar el mundo, sino de limar asperezas, unir fuerzas y tratar de aprovechar la bola extra que se les ha presentado. La plantilla aprovechó para dejarle claro a Sampaolo que ningún jugador filtró a la prensa que le habían pedido que dejara el cargo.
Por su parte, Agüero se discpuló con el seleccionador, sobre quien dijo "que diga lo que quiera" cuando tras el KO ante Croacia le preguntaron por las palabras del técnico en las que aseguraba que los jugadores no se habían adaptado al proyecto.
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Los problemas en la 'albi' no están solucionados pero sí aparcados, pues gracias a Nigeria la albi vuelve a remar en una sola dirección. Otra cosa es qué pasará si no se logra el pase a octavos...