La concentración de la selección inglesa ha vivido un episodio movido por culpa de un tatuaje. Un tatuaje situado en la pierna derecha de Raheem Sterling, donde se aprecia un fusil de asalto de tamaño considerable apuntando al suelo. El jugador fue el que desató la polémica al compartir una fotografía en Instagram, de la que se hizo eco el diario The Sun, que lo recogió en su portada de hoy.
Después de cosechar reacciones contrarias al tatuaje, incluyendo algunas asociaciones contra las armas, ha sido el propio jugador quien ha zanjado el conflicto. El atacante del City ha argumentado que se trata de un homenaje a su padre: "Cuando tenía 2 años mi padre se murió de un disparo que le llevo a la muerte. Me hice la promesa de que nunca en toda mi vida tocaría un arma. Yo disparo con mi pierna derecha. Para mí tiene un significado más profundo" ha aclrado el jugador, antes de añadir que el tatuaje no está "terminado".
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Parece que la sangre no ha llegado al río, pero se había llegado a especular con la ausencia de Sterling en el Mundial por culpa del mencionado tatuaje.