Antes del Mundial de Rusia 2018, Neymar Junior era reconocido, casi de manera unánime, como uno de los grandes futbolistas de los últimos años, llamado a ser el heredero del trono por el que han disputado una década Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Tras la eliminación de Brasil ante Bélgica, hay cierto debate deportivo en torno al jugador del PSG.
Pero además, las bromas sobre su tendencia a simular faltas y penaltis ha provocado desde memes a campañas oficiales contra las llamadas de mergencias falsas.
De ahí que no solo los medios de comunicación o las redes no solo se hayan poblado de memes que bromean al respecto, sino que también algunas autoridades hayan aprovechado para hacer campañas contra las llamadas falsas a emergencias.
Así utilizaron la imagen de Neymar los responsables de comunicación de la Cruz Roja de Jalisco, sin duda influidos por el duelo entre Brasil y México en octavos de final, para recordar que siete de cada ocho llamadas son falsas o para gastar una (pesada) broma:
Pero también el portugués Instituto Nacional de Emergencias Médicas (INEM) de Lisboa publicó un montaje con una imagen del 'número 10' de Brasil acompañados de unos contundentes datos para advertir contra las llamadas falsas que reciben.
"El 75,8% de las llamadas al 112 (el número de teléfono de emergencias del Inem) tampoco son emergencias", escribió el instituto en su cuenta en Facebook junto a los lamentos de Neymar.
Rendimiento irregular
El rendimiento de Neymar en el Mundial fue muy irregular, debido en parte a que llegó corto de forma física por la lesión en el pie que sufrió meses atrás. El caso es que el delantero del PSG no tuvo la capacidad de desequilibrio que se esperaba de él en los momentos decisivos, como el duelo de cuartos de final frente a Bélgica, y Brasil ya está de vuelta en casa cuando Neymar aspiraba a guiarla al título.
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Aunque lo que quizás ha manchado más su imagen son las imágenes, muchas veces reproducidas por el VAR, en las que se apreciaba cómo había simulado faltas y penaltis para engañar a los árbitros. Su tendencia a exagerar ha sido juzgada de manera implacable...