Leo Messi volvió a demostrar su compromiso absoluto con la selección argentina. Y es que el seleccionador Jorge Sampaoli dio el viernes día de fiesta a sus hombres tras el decepcionante empate frente a Perú (0-0), pero Messi, junto a Javier Mascherano, Lucas Biglia, Angel Di María y Nahuel Guzmán, decidieron desestimar este 'regalo' por parte del técnico y se quedaron en el predio de Ezeiza para realizar un entrenamiento matinal.
"Messi hace rato que ya no viaja el mismo día a Rosario, quiere cumplir su sueño de ser campeón con Argentina", aseguraron personas cercanas al jugador a la agencia de noticias Télam. Tanto es así, que Messi es el abanderado de una conjura que se ha hecho efectiva este sábado tras el entrenamiento por la mañana. Tras reunirse los pesos pesados del vestuario de la albiceleste se concretó reducir en la medida de lo posible la televisión y las redes sociales para no descentrarse por las críticas y poner los cinco sentidos en el partido de este martes en Ecuador donde está en juego la clasificación para el Mundial de Rusia.
El viernes fue un día especial para Leo porque aparte de renunciar a su día de fiesta también aprovechó para ver el partido entre España y Albania y felicitar a sus compañeros del FC Barcelona por su clasificación para el Mundial. Antes acudió también a ver un amistoso de Argentina sub'20 que disputaba en Ezeiza.
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La jornada de este sábado se cerró con una reunión a pie de campo entre Sampaoli y Mascherano. Está claro que ahora más que nunca el ex entrenador del Sevilla necesita el apoyo de los pesos pesados del vestuario para afrontar uno de los partidos más trascendentales en la historia reciente del fútbol argentino.