Philippe Coutinho no olvidará su estreno en un Mundial. Luiz Felipe Scolari le dejó injustamente sin la gran cita futbolística hace cuatro años, pero ahora es un soldado de Tite y se ha resarcido a lo grande, marcando el primer gol de Brasil en el campeonato.
Fue un auténtico golazo, exhibiendo un disparo potente que, a medida que gana confianza, exhibe con mayor asiduidad. Ya lo hizo en los últimos partidos con el Barça y en la 'canarinha' no podía ser menos.
Tite le colocó en el centro del campo, formando con su compañero azulgrana Paulinho, y dejando en bandas a Willian por la derecha y a Neymar más escorado a la izquierda. Un ofensivo 4-1-4-1, en ataque 4-3-3 que, por lo visto, funciona.
A los 19 minutos de juego, Brasil ya había convertido el partido en prácticamente un taqui-gol, pero era necesario encontrar el camino para perforar el muro construido por los suizos.
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Y lo hizo Coutinho, recogiendo un rebote defensivo y sin pensárselo dos veces. Tras un buen control, conectó desde la frontal un impresionante derechazo que se coló a media altura y muy ajustado al palo izquierdo de Sommer, sin que el meta suizo pudiera llegar. Un gran gol, el primero del Mundial con sabor azulgrana, para abrir la lata y escribir Coutinho en letras de oro su primera página mundialista.