Saltó la sorpresa en el Kazan Arena. La todopoderosa Alemania, la selección que había accedido a la fase final de todos los Mundiales, ha caído eliminada en la fase de grupos frente a la modesta Corea del Sur. Los germanos no solo fueron incapaces de hacer un gol que les habría dado el pase a la siguiente ronda, sindo que acabaron claudicando por 2-0 en los instantes finales.
Una eliminación estrepitosa que parece obedecer a un fenomeno futbolístico paranormal: la maldición de los campeones. Contantando el caso germano, ya son cuatro los vigentes campeones del mundo que son apeados en su siguiente participación mundialista de forma consecutiva.
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Le ocurrió a Francia en el Mundial de Corea y Japón tras coronarse en su país, también a Italia en Sudáfrica después de levantar la copa en Alemania y a la selección española en la cita de Brasil cuatro años después de tocar el cielo en Johanesburgo.