Orgullosa y emocionada, la máxima goleadora y mejor jugadora del Mundial de Francia, la estadounidense Megan Rapinoe, quiso reconocer el gran campeonato de Países Bajos tras vencerla en la gran final.
“No fue más duro de lo esperado. Sabíamos que este equipo sería muy duro y tiene el nivel para ganar el Mundial, pero teníamos sensaciones positivas al descanso”, valoró la atacante, consciente de que en este campeonato se ha dado un paso más en la evolución del fútbol femenino: “Es algo de lo que enorgullecemos mucho: hacer crecer este deporte tanto como podamos”.
Por su parte, la ariete Alex Morgan destacó el factor psicológico en la reválida estadounidense del Mundial. “Tuvimos un camino difícil hasta la final y estoy orgullosa de este equipo. Nos sentimos confiadas, como que el impulso a lo largo del torneo nos iba a llevar a ganar”, señaló.
Asimismo, la seleccionadora Jill Ellis, dirigente también en el Mundial de 2015, apuntó a sus jugadoras como grandes artífices de la hazaña. “Son unas jugadoras increíbles y un grupo aún mejor de personas. Sólo les dije: ‘Sois increíbles. Felicidades. Habéis hecho historia. Disfrutadlo’”, confesó, emocionada.
Con la cabeza alta
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La otra cara de la moneda fue una Holanda que se quedó a las puertas de su primer Mundial, pese a perder solo uno de sus siete partidos. Su portera titular, nombrada la mejor del torneo, Sari van Veenendaal, se mostró orgullosa del papel de su equipo a pesar de la derrota final: “Estamos muy decepcionadas, pero espero que pronto nos demos cuenta de que debemos estar orgullosas. Hemos hecho un torneo fantástico, y hoy hemos demostrado lo que valemos”.