La selección española logró su objetivo. Sumó la victoria ante Puerto Rico y selló su clasificación para la segunda fase donde competirá con Italia y Serbia por una de las dos plazas que darán acceso a los cuartos de final.
Esa es la conclusión positiva. Pero lo cierto es que España sufrió ante Puerto Rico y se contagió en muchas fases del juego anárquico de los boricuas. Si a eso añadimos la falta de equilibrio y confianza en ataque (4 de 30 triples) comprenderemos el porqué de todo ello.
Sólo gracias a unas buenas rachas en defensa y a la omnipresencia de Ricky Rubio (17 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias) y Marc Gasol (19, 7 y 2) pudo respirar al final el conjunto de Sergio Scariolo.
España volvió a mostrar de salida las dudas en el juego que ya se habían reflejado durante los dos primeros cuartos ante Túnez. Falta de agresividad y de rapidez de circulación de balón en ataque y demasiada permeabilidad en defensa.
Puerto Rico, sin un referente de peso en la pintura, es un equipo aguerrido atrás, que mete mucho las manos y que tenía la consigna de que Marc Gasol no recibiera en condiciones en la zona. Ante esta defensa muy móvil, España careció casi siemre de equilibrio dentro-fuera y lo fio -con nulo acierto- a los triples (2 de 17 en el primer tiempo).
En la otra mitad de la pista, los boricuas crearon todos los problemas del mundo con su juego de 'pick&roll' bien para penetrar o doblar para un triple. El duelo se movió en el escenario de 'caos' que proponía el rival y España, pese a las constantes rotaciones de Scariolo no pareció nunca sentirse a gusto sobre la pista.
Y por eso fue muchos minutos por detrás en el marcador (12-7, 21-17 y 29-23). Sólo Ricky intentaba dar coherencia a aquello. Y curiosamente fue la entrada de Colom como base pasando Ricky a evolucionar de os lo que permitió a España sobrevivir con un parcial de 0-9 (29-32) llegando al descanso con una mína renta a su favor (35-36). La evidencia era que si no se conseguía tomar las riendas del encuentro, el colectivo hispano podría llegar a pasarlas muy canutas para sacar adelante aquello.
Y costó. Al menos, tras el paso por los vestuarios, España elevó el listón defensivo. Eso y el surtir -ahora s-i.de balones a Marc en la pintura, la decisión de Ricky y la aparición de Llull (9 puntos) permitieron al conjunto hispano edificar un parcial de 0-12 ( del 43-45 al 43-57) que le permitió afrontar con más alivio el definitivo periodo.
Pero lo que restaba no fue un paseo militar. Puerto Rico siguió con su defensa agresiva, forzó las perdidas y los malos tiros de España. Y en ataque, los boricuas contaron con la aprición del ex del Estudiantes Gian Clavell que se echó al equipo a la espalda.
El resultado de todo ello fue que con dos minutos aún para jugarse, Puerto Rico se colocó a tan sólo seis puntos (63-69). Menos mal que la cosa no pasó de ahí y la selección española supo cerrar el partido.
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Bien está lo que bien acaba. Pero ahora hay que buscar dar un paso adelante. Primero ganando a Irán en la última jornada -los resultados de la primera fase se acumulan en la segunda- y luego habrá que rearmarse. Por que delante esperarán dos 'miuras' como serbios e italianos que no van a perdonar las concesiones y las dudas que sigue mostrando el colectivo español en el que será vital que muchos más jugadores sean capaces de dar un paso adelante. Habrá que espabilar sí o sí porque estarán en juego los cuartos de final. Casi nada.