El Mundial de baloncesto de China ha terminado esta mañana para Serbia con el buen sabor de boca de la victoria pero con un decepcionante quinto puesto, muy lejos de lo que se esperaba de una selección con el cartel de favorita desde el primer día.
Una posición que sabe a poco y que ha desencadenado ya, aún con las maletas en territorio chino, las primeras consecuencias. Sasha Djordjevic, el seleccionador serbio, anunció poco después del partido que deja su cargo al frente del equipo. Tras cinco años como técnico de su país, el carismático exjugador, digo adiós.
Una decisión meditada que según explicó hubiera tomado independientemente del resultado de Serbia en este campeonato. "Hubiera dejado el equipo después del Mundial, incluso si hubiéramos logrado nuestros objetivos. Fue una decisión que tomé antes del verano", afirmó tras las preguntas de los periodisas.
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Djordjevic llegó a la selección a finales de 2013 sucediendo en el cargo a Dusan Ivkovic que dejaba a una Serbia sumida en pobres resultados. La llegada de Sasha supuso todo un revulsivo y solo un año después llegó a la final del Mundial ante Estados Unidos. Después llegarín las finales de los Juegos Olímpicos de Río 2016 y el Eurobasket 2017.