Los relevos son territorio de Estados Unidos. Lo demostraron en la penúltima jornada de estos Mundiales con una victoria aplastante del 4x100 masculino con Coleman y Lyles tirando del carro. En el femenino no pudieron con Jamaica y Gran Bretaña pero también se hicieron con una medalla, la de bronce.
También lo demostraron con el 4x400 mixtos, donde los norteamericanos se hicieron con el oro sin piedad de los rivales y lograron el récord del mundo en la nueva disciplina. Y en la última jornada terminaron su participación por todo lo alto. Llegaban como los grandes favoritos pero la diferencia fue tan abismal que las carreras parecieron ridículas.
Primero fue el 4x400 femenino, donde las estadounidenses no dieron ningún tipo de opción a las rivales sin ni siquiera contar con la gran estrella, Allyson Felix. Francis, McLaughlin, Muhammad, campeona de 400 vallas con récord mundial, y Jonathas cogieron el testigo -nunca mejor dicho-, y marcaron un ritmo infernal que nadie osó alcanzar.
La marca final (3:18.92), tres segundos menos que la marca polaca, definió lo que fue la final. La primera posta ya dejó las posiciones muy claras pero, aun así, Polonia apareció en la última para llevarse una plata que supo a gloria (3:21.89). Jamaica se conformó con el bronce (3:22.37).
Sin grandes dificultades
Más tarde le tocó el turno al cuadro masculino y tampoco hubo demasiado color. Fred Kerley, en la primera posta, ya puso a los estadounidenses en la punta, aunque fue Michael Cherry el que ajustició a los rivales con una zancada sencillamente brutal. Ahí se fraguó la diferencia de Estados Unidos. Jamaica intentó reaccionar en la tercera posta con Terry Thomas pero Wilbert London supo aguantar la embestida del jamaicano y dejó que Rai Benjamin culminara la faena.
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El cuarto relevo no dejó prisioneros y se adjudicó la medalla de oro (2:56.69). Por detrás suyo llegaron Jamaica (2:57.90) y Bélgica (2:58.78), que con el experimentado Kevin Borlée en el remate mantuvo a raya al colombiano Anthony Zambrano -subcampeón individual-, que acabó cuarto con 2:59.50, nuevo récord nacional, batiendo al campeón anterior, Trinidad y Tobago. Al final, estos Mundiales volvieron a demostrar que en la velocidad Estados Unidos parece no tener demasiados rivales. Aun así, todavía está Jamaica por ahí prometiendo guerra.