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Alemania se lame las heridas

Perdonó a Perú, al que pudo golear y solo venció por dos a cero; Ter Stegen fue un mero espectador

Füllkrug fue el autor de las dos dianas germanas, Gnabry se topó con el poste y Havertz falló un penalti

Emre Can y Wolf felicitan a Füllkrug tras uno de sus tantos / | RONALD WITTEK

Era un examen para Alemania. Mucho más que un amistoso. Haber quedado fuera de en la fase de grupos por segundo Mundial consecutivo es lo que tiene, que el primer encuentro después de la cita mundialista es una reválida, sea quien sea el rival. Y, pese a no avasallar a su rival como sí que ha hecho en sus mejores épocas, el combinado teutón fue mejor que Perú y logró una buena victoria por dos goles a cero gracias a un doblete de Füllkrug, que suma cinco goles en cinco apariciones con la Mannschaft.

Miró a la cara Perú en los primeros minutos a Alemania, buscando que se le aparecieran los fantasmas de Qatar a los teutones. Pero pronto los locales se acercaron con peligro a la meta rival y, tras varias ocasiones claras, Füllkrug adelantó a los suyos en el 13’. El ariete del Werder Bremen superó a Gallesse tras una buena acción de Havertz después de un error en la marca de Abram.

El tanto hizo que el dominio pasara a ser alemán y, pasada la media hora de juego, Füllkrug repitió tras un centro desde la derecha del debutante Wolf. El ariete tuvo el ‘hat-trick’ antes del descanso, pero su remate lo salvó Advíncula sobre la misma línea de gol. Perú achicaba agua como buenamente podía.

Frenó Perú la sangría al inicio de la segunda mitad; la entrada de Lapadula le dio oxígeno. Incluso estaba llegando al área germana, pero nuevamente los de Hansi Flick tomaron la batuta y Gnabry estuvo cerca del tercero con una gran chilena que repelió el larguero. Havertz pudo sentenciar el choque de penalti, pero su tiro, tras pegar en el poste, volvió a sus pies y la jugada quedó anulada.

 

La mejora de la selección sudamericana, sobre todo en una defensa que hizo aguas durante toda la primera mitad, no fue suficiente para ni siquiera hacer cosquillas a su rival, que no recibió un solo tiro entre los tres palos en todo el duelo. El cuadro teutón vivió muy tranquilo todo el partido, pero marró ocasiones y dejó pasar la oportunidad de lograr una goleada que le hubiera venido muy bien. Se quedó a medias.