Yves Matton, máximo responsable del equipo de competición de Citroën en el Mundial de rallies ha explicado, en declaraciones a motorsport.com, los detalles de la "no negociación" con Sébastien Ogier y los motivos por los que el cuatro veces campeón del mundo no volverá al equipo galo en 2017.
Tras quedarse sin asiento al anunciar Volkswagen su sorprendente marcha del WRC, Ogier correrá la próxima temporada con el Ford Fiesta del Team M-Sport que dirige Malcolm Wilson. “De cara a 2017 no fue posible ficharle”, afirma Matton, que sin embargo no le cierra las puertas para el futuro.
“Este año no era cuestión de que Sébastien volviera o no, sino del compromiso que tenemos con nuestros jóvenes pilotos, Breen y Lefebvre. Esto no significa que nunca vayamos a hacer nada con Ogier, pero este año era imposible”.
Algunas fuentes cercanas al WRC apuntaron que Ogier se había decantado por Ford por la magnífica impresión que le causó el coche tras probar también el de Citroën. Matton asegura que el test nunca llegó a realizarse. “Desde el principio le comunicamos a Sébastien que no había opción de unirse a nosotros y queríamos mantener un nivel de confidencialidad en relación a nuestro coche, mantener los últimos secretos del C3 WRC hasta el final. Así que no era posible hacer una prueba".
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El jefe de la marca francesa es contundente: "Todo el mundo cree que Citröen es capaz de hacer un coche de nivel y no estamos en la posición de tener que demostrar a Ogier que podemos hacerlo”, sentencia Matton.