La lluvia llegó al Chang International Circuit de Buriram. No cayó poca, la verdad. Y es que el tremendo diluvio sobre el asfalto tailandés hizo que las condiciones de seguridad no se dieran para poder salir a empezar a disputar los terceros entrenamientos libres.
No pinta la cosa demasiado bien. El cielo está de lo más encapotado y no para de caer agua. El trazado está completamente anegado y los comisarios, seguramente por por voluntad propia, intentan achicar el agua que se acumula en las diferentes zonas de la pista mientras el Safety Car va dando vueltas para ver cómo evoluciona -si es que podemos decir que mejora de algún modo- la pista.
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No tiene pinta que la acción en pista vaya a empezar en los próximos minutos. Queda esperar.