Valentino Rossi decidió adelantar un día el test que tenía previsto para este martes en el circuito Marco Simoncelli de Misano a lomos de una Yamaha R6 de serie. La idea era evaluar sus sensaciones, después de la grave lesión de tibia y peroné que sufrió hace apenas tres semanas mientras practicaba enduro y que le obligó a pasar por el quirófano y perderse la carrera de casa, el Gran Premio de San Marino. Apenas dio cuatro vueltas, pero fue un primer paso al que hoy seguirá otro para completar su programa de puesta a punto si la lluvia se lo permite.
La intención de Valentino es calibrar su estado actual para ver si puede intentar subirse a la moto en los primeros ensayos libres del Gran Premio de Aragón, que se disputarán en el circuito de MotorLand este próximo viernes 22 de septiembre. Todo dependerá de cómo se sienta el astro de Tavullia durante estas probaturas a puerta cerrada que ayer reveló ‘Rimini Today’.
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Si está en condiciones mínimas, Rossi viajaría a Alcañiz y pasaría la preceptiva revisión con los médicos del Mundial, tratando de obtener el permiso para probarse en los primeros libres de Aragón. Si por el contrario, el test demuestra que la recuperación no es tan rápida, Yamaha ya ha anunciado que será Michael van der Mark el que ocupará su puesto en la carrera del domingo. Habida cuenta de su distancia con los líderes del Mundial, Márquez y Dovizioso, a los que tiene a 42 puntos, lo más lógico es que Valentino opte por no forzar la máquina.