Fabio Quartararo, primer piloto francés que se proclama campeón del mundo de MotoGP, fue anoche el invitado de excepción en el palco del Paris Saint Germain. Y no solo eso, el piloto de Yamaha dio el saque de honor del partido entre el PSG y el Niza y se dio el lujo de intercambiar el balón con Leo Messi, flamante ganador de su séptimo Balón de Oro.
Tras ser recibido previamente en el palco por el presidente del PSG Nasser Al-Khelaïfi, gran admirador del piloto galo, Fabio bajó al cesped y se dirigió al centro del campo, donde le esperaba nada menos que Leo Messi. Sin pensárselo mucho, tomó la pelota y se la pasó al astro argentino, que se la devolvió. Y poco más ya que lo de Quartararo son las motos no el fútbol. Eso sí, antes de abandonar el terreno de juego se cruzó en su camino otro 'fan' del rey de MotoGP, Kilian Mbappé, que le susurró un divertido saludo al oído.