Marc Márquez llega a la decimoquinta cita del campeonato con 72 puntos de ventaja al frente de la clasificación cuando restan 125 en juego. En Tailandia, país que se estrena este fin de semana en el calendario del Mundial, todavía no puede ser campeón, pero un buen resultado en Buriram le permitiría tener opciones de rematar el título dentro de dos semanas en Motegi.
El Mundial de motociclismo sigue estrenando escenarios cuando ya ha cumplido setenta temporadas y este fin de semana competirá en el circuito de Buriram en la que será la decimoquinta cita del año. El Mundial llega al sudeste asiático con el certamen casi decidido, con Marc Márquez en cabeza con 72 puntos de ventaja al frente de la general, cuando quedan 125 en juego. La diferencia entre el líder y el segundo clasificado, Andrea Dovizioso, es mayor que la que separa al italiano de Andrea Iannone, noveno.
Ahora, todos ellos se adentran en lo desconocido, en un trazado en el que todavía no han competido pero en el que tuvieron la oportunidad de disputar un test de pretemporada en el mes de febrero en el que Dani Pedrosa, Johann Zarco y Marc Márquez fueron los más rápidos y los únicos en bajar de 1:30 en su mejor giro.
El piloto de Cervera considera que "será emocionante correr en Tailandia por primera vez. Seguro que habrá muchos aficionados en las gradas y eso siempre es bonito. De todos modos, tenemos que mantenernos concentrados y tranquilos, gestionando bien el fin de semana y trabajando de la misma forma a la que estamos acostumbrados a hacerlo. Hicimos un buen entrenamiento cuando visitamos Buriram en el mes de febrero, pero desde el viernes por la mañana deberemos comprobar todos los detalles".
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Sobre el nuevo trazado, remarca que "algunas partes del circuito son complicadas, pero en general el trazado es bonito. Seguro que la humedad y las altas temperaturas harán que sea exigente físicamente, pero una vez que estás en la moto, te olvidas de todo y simplemente te centras en pilotar".