Puede que no esté bien del todo, bueno, en realidad no lo está, no, su brazo y hombro derecho le sigue doliendo y ni siquiera posee una buena Honda, aún a cierta distancia de la poderosa Ducati y la manejable Yamaha, pero Marc Márquez (Honda) ha vuelto de demostrar hoy, en las dos primeras sesiones de entrenamiento del Gran Premio de las Américas, que se celebra en el bacheado e irregular circuito de Austin (Texas, EEUU), que es el piloto más veloz tanto en agua (2.15.872 minutos) por la mañana, como en seco, por la tarde (2.04.164) por delante siempre del australiano Jack Miller (Ducati) y el francés Fabio Quartararo (Yamaha), líder del Mundial y, casi con toda seguridad, futuro campeón del mundo.
MM93, que reconoció encontrarse cómodo sobre la moto aunque aún le queda margen para mejorar, ha ganado seis carreras consecutivas, del 2013 al 2018, arrancando las seis ocasiones desde la 'pole position' y, no solo eso, sino consiguiendo en cinco de esos grandes premios (a excepción del 2015, cuando la consiguió el italiano Andrea Iannone) la vuelta rápida en carrera. De ahí que todo el mundo, en EEUU, le llame el 'sheriff' de Austin.
Asfalto pésimo
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La sensación, pese a no estar del todo bien, de que Márquez es invencible en este trazado ha quedado muy clara como lo fue, también, en el 2019, cuando era líder en solitario, con más de cuatro segundos de ventaja sobre el segundo y se cayó al final de recta, perdiendo el 7 de 7. Márquez, que como todos sus compañeros, ha visto como su moto no cesaba de moverse, saltar y maltratar a los pilotos por culpa de los innumerables baches que tiene el trazado norteamericano, ha logrado el tiempo justo en el momento que lo necesitaba sin dificultad alguna, tanto por la mañana en condiciones que le encantan (pista húmeda e, incluso, mojada) como por la tarde en seco.