Sabiendo de la mentalidad ganadora de Jorge Lorenzo, resulta difícil pensar que el balear haya terminado satisfecho el primer día de test en Phillip Island. Sin embargo tiene claro que hay que dar tiempo al tiempo y que su proceso de adaptación a la Ducati después de nueve años en Yamaha no será 'coser y cantar'.
Lorenzo, que este miércoles ha sido undécimo (1:30.632), a más de un segundo del líder de la sesión, Marc Márquez, ha hecho una valoración en positivo: "Hemos empezado mucho mejor que el primer día en Sepang pero hay que trabajar mucho", ha advertido.
"Nos ha costado mucho bajar los cronos debido al fuerte viento y el neumático de atrás no ha tenido el rendimiento que esperábamos", ha añadido Jorge, que durante la última hora y media no ha podido rebajar sus tiempos "mientras que el resto de pilotos sí que lo hicieron".
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"No hemos probado demasiadas cosas. He visto un poco la comparación entre la moto nueva y la vieja y de momento no hay mucha diferencia. En las curvas rápidas, el motor todavía es un poco nervioso y en las frenadas no logramos parar la moto como nos gustaría, pero la parte positiva es que cada día sacamos nuev"as conclusiones y vamos dando pequeños pasos hacia adelante".