El ganador del decimonoveno Gran Premio de MotoGP fue el mismo que hace nueve carreras estaba hundido en la tabla. 'Pecco' Bagnaia consiguió en Sepang su séptimo triunfo del curso a base de remontar, cabalgar y calcar sus vueltas, evitando esos errores no forzados que, hace unos meses, le llevaban a no acabar carreras importantes.
Además, no fue un triunfo cualquiera para el piloto oficial de Ducati: remontó desde la novena plaza en apenas dos curvas y aguantó la presió de su compatriota Enea Bastianini, quién no fue capaz de dar caza a 'Pecco', aunque nunca se sabrá si por motivos estructurales de Ducati o por posibilidades reales
No hubo dudas de las intenciones de 'Pecco', aunque tampoco de Jorge Martín, Fabio Quartararo o el propio Bastianini. Los que serían los cuatro protagonistas de la carrera hicieron las cosas de forma muy clara: Jorge intentó -de forma frustrada- la escapada, 'Pecco' asentarse en posiciones de podio lo más rápido posible, Bastianini controlarlo todo desde su estela y Fabio, evitar cualquier opción de campeonato.
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Pero la presión no pudo con el #63 del Lenovo Ducati Team, que solo fue rebasado una vez por Bastianini, ya con el piloto madrileño del Pramac por los suelos. La 'Bestia' tiró de 'Pecco' durante varias vueltas, pero no se escapó, lo que permitió a la punta de lanza ducatista volver a darle caza cuando más claro lo vio.
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Así pues, séptimo triunfo de Francesco Bagnaia en MotoGP, su undécimo en la categoría reina y, seguramente, uno de los más importantes hasta la fecha. Eso sí, no le valió para campeonar, aunque se haya quedado cerca. Tanto, que tan solo necesitará dos puntos en el mítico Ricardo Tormo para alzarse como campeón de este 2022. Valencia dictará sentencia.