Además de vibrar con la acción y el espectáculo en la pista, los aficionados que han acudido este sábado al Circuit de Barcelona para asistir en directo a la lucha por las poles del Gran Premio de Catalunya de MotoGP también han podido disfrutar de la experiencia de completar dos vueltas al trazado, muchos en sus propias motos, una actividad organizada por el Circuit conjuntamente con el Diario SPORT, KTM y AMW.
Entre las cerca de 500 motos que han rodado esta tarde por la pista de Montmeló, justo detrás del coche de seguridad y a poca velocidad, pero saboreando las sensaciones que se desprenden en el marco de un gran premio, figuraban un grupo de Mymsa, motos barcelonesas de los años 50 y 60 que han generado gran expectación entre los aficionados.
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La iniciativa de permitir que motards y aficionados en general pudiesen rodar donde minutos antes lo habían hecho los pilotos del Mundial de MotoGP, Moto2 y Moto3 ha tenido una excelente acogida.