Carlos Sainz corre este fin de semana en territorio hostil, 'hostil' en el sentido que nunca ha podido puntuar en el GP de Rusia. Pero este año puede ser diferente y el piloto de Toro Rosso espera mejorar la duodécima plaza conseguida la temporada pasada.
De salida, Sainz tiene tres puestos de penalización en la parrilla tras el indicente que protagonizó junto a Lance Stroll en el pasado GP de Bahrein y que acabó con ambos pilotos retirados. "No tuvimos un fin de semana fácil en Bahrein, pero tenemos ganas de resarcirnos e ir a por todo aquí en Rusia", apuntaba Carlos a Movistar+.
"En el pasado, en 2015 y 2016, iba muy rápido aquí aunque no pude puntuar. Y tengo muchas ganas, porque cuando vas rápido en un circuito te apetece un poquito más", destaba en referencia ala nueva configuración de los monoplaza.
El propio Sainz desvelaba una de las claves del fin de semana al afirmar que "la dificultad estará, sobre todo en clasificación, con el tema de los neumáticos. Especialmente en el sector 1, con una recta larga, y con los neumáticos fríos, no será fácil conseguir una buena frenada".
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Además, el madriño acomete el GP de Rusia con más confianza que en ediciones anteriores. "Este año tenemos un coche mucho más equilibrado. En años anteriores venir a Sochi siempre era una incógnita por el tipo de trazado, pero este año hasta ahora hemos tenido el mismo rendimiento en todos los sitios. Estoy muy confiado y contento con el balance del coche porque ha sido bueno en todo tipo de circuitos", finiquitó el de Toro Rosso.