Nico Rosberg, como flamante campeón del mundo de Fórmula 1, ya tenía asignado el papel protagonista en la Gala de la FIA celebrada la noche del viernes en el suntuoso Palacio de Holfburg en Viena, pero tras anunciar a mediodía su retirada, por sorpresa, el piloto alemán disparó la expectación.
Nico llegó elegantemente vestido de etiqueta, junto a su mujer Vivian Sibold, radiante también, acaparando todos los flashes en la alfombra roja de la Gala. Con una sonrisa de oreja a oreja, embargado por la emoción, el piloto de Mercedes subió al escenario en compañía de Bernie Ecclestone y el jefe ejecutivo de Mercedes Toto Wolff, y repitió, ante los asistentes, el discurso pronunciado horas antes en las redes, argumentando las razones de su adiós a la competición.
"Misión cumplida", espetó Nico, tras recordar que desde los 6 años trabajó incansablemente por conseguir llegar a la F1 y ser campeón del mundo como su padre Keke Rosberg (1982). El alemán subrayó que "esta temporada ha sido muy duro, muy intensa, porque lo dí absolutamente todo. Empujé como un loco en todas las direcciones. He logrado este sueño de mi infancia ahora y no estoy dispuesto a seguir con este tipo de compromiso. He decidido seguir a mi corazón y mi corazón me ha dicho que me detenga y haga otras cosas".
Lewis Hamilton y Daniel Ricciardo también fueron premiados como subcampeón y tercero del Mundial, mientras que Max Verstappen se llevó una doble recompensa: premio 'Acción del año' por el adelantamiento que hizo a Rosberg bajo la lluvia en el GP de Brasil y premio 'Personalidad del Año' según los representantes de la prensa.
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También recibieron sus trofeos como campeones Sebastien Ogier (WRC), Neel Jani, Romain Dumas y Marc Lieb, por su éxito con Porsche en el Mundial de Resistencia (WEC), José María 'Pechito' López (WTCC), Mattias Ekstrom (WRX) y Sebastien Buemi (Fórmula E).