Problemas para Ferrari y Carlos Sainz en el Gran Premio de Hungría. Los técnicos de la Scuderia tuvieron que romper anoche el toque de queda de la F1 para realizar un cambio en la unidad de potencia del coche del madrileño, después de detectar "algunos parámetros" dudosos tras la segunda sesión de entrenamientos libres.
El motor fue enviado a Maranello para "un análisis más detallado". La decisión de Ferrari no conlleva sanción para Sainz aunque ha alcanzado el límite de motores permitido por temporada cuando aún no estamos ni a la mitad del campeonato (11 de 23 grandes premios) y a partir de ahora, cuanlquier nuevo cambio en la unidad de potencia implicará una penalización en parrilla.
Por contra, Red Bull y Honda salvando el motor de Verstappen del accidente con Hamilton en Silverstone, salvando una situación que podía comprometer sus aspiraciones al título. De momento, Max cuenta con dos unidades de potencia de margen.
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Sainz, que fue 4º en el Libre 1 de Hungría, bajó al 12º puesto en la FP2 y tras la sesión se mostró sorprendido por el bajón de rendimiento.