La escudería Caterham podría no participar en el Gran Premio de Austin de la próxima semana por problemas legales entre Tony Fernandes y los nuevos propietarios del equipo. La reciente venta del equipo no está resultando ser tan salvadora como se esperaba y, lejos de reactivar a la estructura malaya, la ha puesto al borde de la desaparición.
De hecho, los monoplazas de Kobayashi y Ericksson se encuentran bloqueados y sin desplazarse al circuito americano a la espera de una solución, aunque sea temporadal, del conflicto que se vive en los despachos. ¿El motivo? Los nuevos propietarios no han recibido todavía el traspaso legal de las acciones en disposición de Tony Fernandes pese a haber financiado la actual temporada del equipo.
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La empresa Engavest SA se huele una estafa por parte del propio Tony Fernandes y de Caterham Group y, ante la imposibilidad de conseguir legalizar su situación como nuevos propietarios, estarían estudiando vías alternativas como la retirada de capital y su consiguiente desaparición como escudería del Mundial de Fórmula 1.