Mick Schumacher ha cometido un error de lo más inoportuno en la jornada inaugural del Gran Premio de Japón. El piloto alemán, que no tiene asegurado su futuro en la Fórmula 1 con muy pocas opciones en la parrilla de 2023, ha protagonizado un accidente "totalmente evitable" según su jefe en Haas, Guenter Steiner, y ha destrozado su coche al final de los Libres 1, lo que le ha impedido disputar la segunda sesión.
Mick ha salido a pista al final de la FP1 para probar el procedimiento de salida en la recta de meta una vez terminada la sesión, pero de regreso a boxes ha perdido el control del VF-22 y se ha estrellado contra las protecciones de Suzuka.
Tras el accidente, el hijo de Michael Schumacher ha asegurado que no se siente presionado: "No lo creo. La presión es algo con lo que he tenido que lidiar durante bastante tiempo, diría que incluso toda mi vida. Así que no me importa eso. Estoy seguro de que influyó la pérdida de temperatura tan grande desde el inicio de la sesión", ha declarado. "Creo que se debió a que teníamos un coche delante que nos echó mucho spray, por lo tanto, no pude ver muy bien dónde colocar el coche. Y además, estábamos intentando aprender, descubriendo la pista ya que es mi primera vez aquí. Si hubiera pasado eso dos metros más allá, probablemente había hecho un trompo de 360º y seguiría adelante".
Gunther Steiner, director de Haas F1 Team, no ha ocultado su disgusto por la situación: "No hay nada positivo en ese accidente. Eres un piloto de carreras, y sabes que cuando hay spray no puedes ver bien, y antes ya había agua en esa zona. Este trabajo no es fácil, pero al final fue un error de piloto".
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"A veces menos es más. No hablé con Mick tras el accidente, así que menos es más", ha añadido muy contrariado Steiner, que horas antes había reconocido que el alemán iba con "ventaja" en las negociaciones para ocupar el asiento del Haas la próxima temporada.