Ferrari tocó fondo en el pasado Gran Premio de Bahréin con la novena y décima posición de Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, respectivamente. Y así lo escenificó el presidente Luca di Montezemolo, que abandonó el circuito de Sakhir antes de que finalizara la carrera y con una evidente cara de decepción. "Ver a un Ferrari tan lento en la recta me produce un gran dolor", comentó mientras ponía rumbo a Italia.
Montezemolo reconoció que "no esperaba mucho de esta carrera, pero sí algo más". El máximo responsable de la 'Scuderia' instó a "hacer un esfuerzo extra", incluso a los pilotos, a los que pide que metan "una marcha más". Esta semana llegarán "piezas nuevas y probaremos cosas porque es muy doloroso vernos en estas posiciones".
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Por su parte, Niki Lauda aprovechó la carrera del domingo para responder a los que criticaban la falta de emoción sobre el asfalto, entre ellos el propio Montezemolo. Genio y figura, el ex piloto aseguró que "cualquiera que se queje de que esto es aburrido es un idiota".