A punto de cumplirse dos años (este martes) del grave accidente de esquí sufrido por Michael Schumacher en la estación francesa de Meribel, poco o nada se sabe del verdadero estado del heptacampeón del mundo de F1. Aunque precisamente la falta de noticias o imágenes del Kaiser, el blindaje absoluto por parte de su familia en su mansión de Suiza, hacen que las expectativas sobre su recuperación sean casi nulas.
Hace unos días, la agente y portavoz de los Schumacher, Sabine Kehm, tuvo que salir al paso de una información publicada por la revista alemana 'Bunte' en la que se apuntaba que "Schumacher se levanta de la cama, da pequeños pasos y levanta un brazo". La familia negó tales avances y calificó la información de "especulación falsa e irresponsable".
Ahora ha sido el que durante más de dos décadas fuera manager de Schumacher, Willi Weber, el que ha estallado ante la imposibilidad de visitar al piloto y ha acusado a su mujer Corinna de vetarle: "Ella me impide cualquier contacto con Michael. He intentado docenas de veces pedirle permiso para visitarlo, pero cada vez sin éxito. No puedo decir nada en este sentido, no sé por qué ocurre y yo no lo entiendo. No sé lo que hay detrás de esta negativa. Siempre hay excusas y justificaciones, hace poco me dijeron que era por miedo a las bacterias. La situación para mí es terrible ".
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Schumacher y Weber trabajaron juntos durante 22 años, celebrando juntos los siete títulos mundiales de campeón alemán, pero también eran grandes amigos. La familia protege a Schumacher en esta difícil fase de su lesión y sólo unos pocos amigos seleccionados, como el ex director del equipo Ferrari, Jean Todt y Ross Brawn han tenido acceso a verle. Weber opina que su exclusión es un misterio: "Antes del accidente mi relación con Michael fue sensacional, nuestras familias estaban muy unidas y todo esto para mí es una fuente de sufrimiento."