Después de haber estado durante dos años sometido a su tiranía, Nico Rosberg parece haber encontrado finalmente el punto débil de Lewis Hamilton. La desastrosa salida del británico en Japón, donde cayó desde la segunda plaza hasta la octava, expuso otra vez el handicap que Hamilton tiene en el inicio de las carreras. Y su punto débil, sin discusión, es una palanca que se llama embrague.
El tricampeón se lamenta que la culpa de sus malas salidas es el inconstante embrague de su Mercedes, aunque hay que entender también que ahora con el nuevo sistema tiene más influencia el piloto porque muchas de las ayudas que recibían por parte de los ingenieros están prohibidas. No se permiten las indicaciones por radio y el Mercedes cuenta con una palanca de embrague en el volante en vez de las dos anteriores.
Lewis Hamilton está perdiendo la batalla por el título en unas salidas que se le han atragantado. Es cierto que antes de la pausa estival también había tenido problemas Rosberg en este aspecto, pero el alemán trabajó muy duro con sus ingenieros para subsanarlo, encerrado muchas horas en la factoría de Brackley.
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Lo consiguió. Desde Bélgica Nico ha ganado cuatro de las cinco carreras disputadas, siempre en el podio, mientras Lewis Hamilton solo ha conseguido un segundo puesto, en Singapur. Las malas salidas le están costando el título, sin duda, y es consciente de ello hasta el punto de que en Suzuka reconoció rápidamente su error y pidió perdón públicamente a su equipo por la mala maniobra que había hecho.