El monegasco Charles Leclerc, tercer clasificado en el Gran Premio de Rusia de Fórmula Uno, evitó polemizar tras ver cómo su compañero en Ferrari, el alemán Sebastian Vettel, aprovechó su rebufo para adelantarle en los primeros compases de la carrera.
"La táctica era darle el rebufo para que me pasara al final de la recta y después no lo sé. Tengo que hablar con el equipo", se limitó a decir el joven monegasco, quien partía desde la 'pole' en Sochi.
En una conversación por radio, Leclerc insistió en que su compañero debía devolverle la posición inmediatamente pero Vettel pidió más tiempo para dejarse adelantar. Finalmente, Ferrari recolocó a sus pilotos tras el paso por garajes.
"Yo siempre creeré en el equipo", subrayó Leclerc antes de la ceremonia de entrega de premios. En lo estrictamente deportivo, el monegasco destacó que Ferrari fue "consistente" aunque lamentó el abandono de su compañero por una avería en el motor.
"Es una pena por el equipo no tener un segundo coche en el podio. Los Mercedes fueron mucho más rápidos que en la clasificación. Tenemos que entender y mejorar eso para las próximas carreras. Tercero es lo mejor que podíamos haber hecho, desafortunadamente, tras la salida del coche de seguridad", aceptó.
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El abandono de Vettel en la vuelta 28 cambió totalmente la carrera. Leclerc marchaba en ese momento primero y Vettel era segundo. Al final, triunfó Mercedes, con el británico Lewis Hamilton y el finlandés Valtteri Bottas en primera y segunda posición.