Red Bull ha perdido potencial con la marcha de Daniel Ricciardo a Renault porque Pierre Gasly aún está verde, pero ha ganado mucho con su nueva asociación con Honda y los frutos se han visto rápidamente tras un año de rodaje con Toro Rosso. Han dejado en entredicho a McLaren y en su primera carrera le diero a los japoneses su primer podio en Fórmula 1 desde la carrera de Silverstone del 2008.
Desde que Honda se unió a McLaren en 2015 han vivido un calvario. La relación entre el equipo de Woking y el fabricante japonés fue, en todo momento, de amor y odio. El carácter de unos chocó con el de otros y los resultados fueron pésimos: ningún podio, 40 abandonos y solo 30 carreras en los puntos de las 60 en las que participó.
McLaren, pese a que Honda era su principal patrocinador, rescindió el contrato después de tres años y solo la intervención a última hora de Ross Brawn impidió que abandonaran otra vez la Fórmula 1 a finales del 2017. Honda siguió porque llegó a un acuerdo con Red Bull y, en su primer año, que fue 2018, era de aprendizaje con Toro Rosso.
Premio a la constancia
Premio a la constanciaHonda está recogiendo ahora los frutos de su trabajo y paciencia. Los japoneses, con la tercera posición de Max Verstappen en Melbourne, volvieron a saborear las mieles de un podio en la Fórmula 1 por primera vez desde que Rubens Barrichello fuera tercero en el GP de Gran Bretaña 2008.
Toyoharu Tanabe, director técnico de Honda F1, confesó cuando se le preguntó si era importante lograr este resultado al principio de su nueva relación con Red Bull que “nos ha quitado un poco de presión. Y también es otra motivación para el desarrollo".
Verstappen alcanzó y pasó al Ferrari de Sebastian Vettel para terminar tercero y presionó al Mercedes de Lewis Hamilton en las últimas vueltas. Tanabe admitió que Ferrari y Mercedes aún tienen ventaja en el rendimiento del motor. “Vemos de nuevo una clara diferencia entre los mejores equipos. El podio no cambia ningún objetivo ni expectativa”, dijo.
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Por último, remarcó que “el resultado de la carrera y el ritmo nos dan esperanzas”, pero también dejó claro que los resultados de Melbourne hay que cogerlos con pinzas porque “es una combinación de las características del coche, el piloto y la pista. No es fácil saber dónde está nuestro rendimiento actual. Cada vez es un circuito diferente y en la siguiente carrera tal vez estemos en una posición distinta".