Los comisarios de la FIA encargados de las verificaciones técnicas previas al GP de Gran Bretaña han detectado una auténtica chapuza en el monoplaza de Carlos Sainz, lo que ha llevado a la FIA a abrir una investigación y a declarar "inseguro" el monoplaza de Toro Rosso, que después ha aparecido en la lista de inscritos, con lo que es de suponer que han corregido el error.
Según alegan los técnicos de la FIA se han encontrado con que una las cuerdas de fijación de las ruedas (en caso de accidente) se encontraba dañada. Le han pedido al equipo que la cambiaran y éste se ha negado. Ante esta situación, la FIA ha profundizado en la investigación y ha descubierto que la cosa era aún peor de lo que parecía.
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Según la nota de la FIA, "el equipo rehusó seguir las instrucciones de los comisarios y, por tanto, el delegado técnico chequeó personalmente la pieza dañada y descubrió que no sólo estaba dañada, sino que algunas de sus fibras estaban anudadas. Por tanto, el equipo es consciente de que la pieza estaba dañada y de que habían presentado el coche de manera insegura para su inspección. Intentar hacer esto es una vulneración del artículo 12.1.1.b del Código Deportivo Internacional de la FIA, que determina como infracción presentar un coche que 'no es elegible' para competir".