La desconexión de la Fórmula 1 con Rusia a raíz de la invasión de Ucrania ya es completa. Después de romper el acuerdo con los promotores del Gran Premio que iba a disputarse en septiembre en Sochi, ahora han rescindido unilateralmente el contrato con el canal de televisión ruso Match TV, que tenía los derechos de retransmisión. Esto significa que los aficionados rusos no podrán ver las carreras en televisión ni tampoco en directo en su país.
Alexander Tashchin, director de la cadena, ha encajado muy mal la ruptura, que ha tildado de "politizada". Según ha confirmado, "desafortunadamente, la temporada 2022 no se transmitirá en nuestro canal de televisión, a pesar del cumplimiento a largo plazo de todas las obligaciones financieras y de marketing de nuestra parte. Lamentamos este próximo paso politizado por parte de los colegas occidentales y esperamos que los numerosos fans del automovilismo en Rusia sigan viendo la Fórmula 1 en la pantalla grande y con los comentarios de nuestra voz de la Fórmula 1, Alexey Popov”.
En julio de 2020 Match TV firmó un acuerdo de tres años con la Fórmula 1, ahora gestionada por el gigante de los medios de comunicación estadounidense Liberty Media. La decisión aisla por completo a Rusia de este deporte, que también se ha cancelado el gran premio de 2023 y el traslado previsto a el circuito Igora Drive en las afueras de San Petersburgo.
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La FIA autorizó a los pilotos rusos a competir de forma neutral, aunque el equipo estadounidense Haas despidió a Nikita Mazepin, el único piloto ruso en la F1 y canceló el patrocinio de Uralkali, la petroquímica de su padre, empresario próximo a Vladimir Putin. Ambos han sido incluidos en la lista de sanciones de la UE y EE.UU contra Rusia.