La Fórmula 1 discute las consecuencias que el coronavirus podría tener en su calendario 2020, especialmente en los primeros grandes premios de la temporada, después de que días atrás ya se cancelase el GP de China (19 de abril). Ahora los focos se centran en la carrera inaugura de Australia (15 marzo) y en las dos posteriores en Bahrein (22 marzo) y Vietnam (5 abril). Chase Carey, presidente de F1, estuvo ayer en el Circuit de Barcelona para asistir al último día de la pretemporada y se reunió con los equipos para valorar esta situación sin precedentes que está provocando el COVID-19.
Carey ha convocado una cumbre por la crisis sanitaria, debido a las dudas que asaltan a la gran familia del paddock, a pesar de la posición firme mostrada por el ejecutivo estadounidense de viajar a Australia la semana que viene para arrancar el campeonato el 15 sin más problemas y después estrenar la pista de Vietnam.
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"Es algo difícil porque la situación cambiando cada día, estaremos atentos pero de momento todo sigue su curso", explicó tras la reunión. "Ahora mismo se mantienen las tres carreras iniciales (Australia, Bahréin y Vietnam), aunque tenemos que garantizar las condiciones para que esto pase. Tenemos que decidir día a día", insistió Carey, que después de la de China, no quiere más cancelanciones.