Una acción de Lando Norris se hizo viral ayer domingo y no fue precisamente en la pista, sino en la ceremonia de podio. El piloto británico, segundo en la carrera tras Max Verstappen, intentó descorchar el champagne con un golpe seco a la botella contra el suelo, pero su gesto hizo saltar por los aires el trofeo de ganador del neerlandés, que acabó hecho pedazos al ser una pieza de porcelana.
Aunque Norris y el propio Max bromearon con el 'estropicio', la realidad tiene otra cara más triste. El periodista húngaro Sandor Meszaros explicó que tras la vasija de porcelana que tradicionalmente se entrega a los campeones del gran premio hay meses de trabajo. En concreto cada pieza artesanal requiere seis meses para su elaboración.
Los fabrican a mano en la empresa Herendi Porcelanmanufaktura Zrt. De ahí que el trofeo magyar esté actualmente valorado en 40.000 euros.
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Norris se disculpó y señaló que si “McLaren tiene tanto dinero para invertir en personal, a buen seguro puede pagar la factura del trofeo”. Se refería al fichaje de Rob Marshall, ex Red Bull. Además Lando no quiso asumir toda la responsabilidad y dijo que Max “ha colocado el trofeo demasiado cerca del borde".