Carlos Sainz ha encajado una pequeña decepción en en el Circuit de Barcelona. El piloto madrileño soñaba con una pole en casa, ante su afición, ante su grada 55, que ha recuperado tras dos años de pandemia y sin público en el GP de España. Al final, su compañero Charles Leclerc ha vuelto a llevarse el 'gato al agua' y ha logrado su cuarta pole position de la temporada, presionado por el campeón Max Verstappen , que se ha quedado sin potencia en su última tentativa, y por sus propios errores, ya que el monegasco ha tenido que recomponerse tras sufrir un trompo. Con todo, Leclerc ha marcado la vuelta perfecta para anotarse el premio al que aspiraba Sainz, que mañana arrancará tercero en parrilla.Carlos ha querido hacer una lectura positiva y ha recordado que los puntos se reparten el domingo: "Cualquier cosa es posible mañana y se intentará", ha advertido. Con gesto contrariado, el piloto de Ferrari ha reconocido que "está siendo un fin de semana complicado por las condiciones, con mucho calor y viento, pero esta vuelta me permitirá estar luchando delante y me da opciones en la carrera".
El madrileño, que esta mañana ha tenido que salir con un chasis nuevo por un problema en el sistema de combustible de su F1-75, ha dado las claves que en su opinión pueden marcar el desarrollo de la carrera en el Circuit, un escenario donde tradicionalmente resulta muy difícil adelantar: "Será fundamental tratar de ganar posición en la salida y lo voy a intentar en lo posible. También será importante la gestión de los neumáticos y más con este calor y degradación".